Hace un par de días, el 16 de julio de 2019, fallecía John Paul Stevens, uno de los cuatro jueces ya retirados del Tribunal Supremo (los otros tres eran Sandra Day O´Connor, David Souter y Anthony Kennedy) que aún vivían. 1 12 Yamaha Ytz-M1 - Movistar Yamaha-Jorge Lorenzo-MotoGP 2015-MinichampsCasi centenario (tenía noventa y nueve años y tres meses en el momento del óbito) mantenía unas envidiables condiciones físicas y una lucidez y agudeza impresionantes. Su figura era absolutamente reconocible por sus gafas de pasta y su omnipresente pajarita, que no abandonó jamás y que convirtió en un signo de distinción personal
Procedente de una familita acomodada (su padre era titular de dos hoteles en la ciudad de Chicago, entre ellos el entonces prestigiosísimo Stevens Hotel) que se arruinó en la época de la Gran Depresión, Stevens logró estudiar la carrera de Derecho y fue uno de tantos americanos que se enrolaron en el ejército durante la Segunda Guerra Mundial, experiencia que (al igual que ocurriera en los casos de John Marshall y Oliver Wendell Holmes) influyó notablemente en su carácter e ideario. Tras ejercer la abogacía en su ciudad natal durante un cuarto de siglo, en 1970 el presidente Nixon le nombró juez del Tribunal de Apelaciones del Séptimo Circuito, órgano judicial con sede en Chicago.1 12 Yamaha YZR-M1 V.Rossi 46 Fiat 2010 02174
En diciembre de 1975 de la mano del presidente Gerald Ford para cubrir la vacante del legendario William O Douglas, uno de los integrantes del ala liberal del Tribunal Supremo y que, por cierto, sirvió de inspiración a John Grisham para el personaje del juez Abraham Rosemberg en la novela El informe pelícano (debido a la resistencia de Douglas a abandonar el cargo pese a haber sufrido un ictus que lo había incapacitado notoriamente para el ejercicio de sus funciones). En principio, todo hacía pensar que John Paul Stevens pasaría a integrar el ala conservadora del Tribunal Supremo, y si bien al principio se mantuvo fiel a esa corriente, poco a poco fue moviéndose en la dirección opuesta, llevando a convertirse en los años noventa y en la primera década del siglo XXI en el líder indiscutible del sector liberal. Con su habitual sentido del humor,1 16 Tonka Polistil Fiat empieza Spyder 1934 detallada Diecast Car Coleccionable solía decir que él no se había desplazado en modo alguno, que quien lo había hecho era el Partido Republicano, aunque su colega el juez Byron White (propuesto a instancias de John F Kennedy) cuando se le acusaba de conservadurismo solía esgrimir la misma frase aplicada al Partido Demócrata.
Eran clásicos sus enfrentamientos (ceñidos al campo estrictamente dialéctico) con el otro titán jurídico del ala conservadora, el no menos legendario Antonin Scalia, con quien solía mantener unos combates de un nivel impresionante. Así, por ejemplo, en el caso District of Columbia v. Heller, tanto Scalia como Stevens bucearon en las fuentes historiográficas y en los documentos fundacionales estadounidenses en busca de sustento de sus respectivas tesis interpretativas de la segunda enmienda constitucional.
Muchos recordarán, sin duda alguna, los pronunciamientos más avanzados de Stevens. No obstante, yo quisiera recordar en esta evocación la firmeza que demostró con su toma de posición en el caso Texas v. Johnson (491 US 397 [1989]) el célebre asunto que consideró contrarias a la primera enmienda constitucional las leyes que penalizaban la quema de bandera norteamericana. De forma paradójica, Antonin Scalia se alineó con el parecer mayoritario, mientras que Stevens formuló un voto particular disidente (Rehnquist había formulado otro al que se adhirieron Byron White y Sandra Day O´Connor) que abogaba por mantener la tipificación penal. Conviene no perder de vista lo que manifestaba Stevens (nada sospechoso de conservadurismo) respecto a la naturaleza de la bandera en general y de la americana en particular, así como su crítica al parecer del Tribunal y su defensa a ultranza de la protección de un símbolo que ejemplificaba los valores de libertad y tolerancia inherentes a los Estados Unidos:1 18 "W213 MERCEDES-BENZ E-Class AMG negro Line GENUINE DEALER EDITION Klasse
“La bandera del país es más que un símbolo del carácter y unidad nacional. También representa las ideas que caracterizan la sociedad que ha elegido dicho emblema así como la historia especial que ha animado el crecimiento y poder de esas ideas. La flor de lis y la tricolor ambas simbolizan el carácter y la unidad nacional, pero tienen un significado ampliamente distinto. El mensaje que expresan ciertas banderas (la esvástica, por ejemplo) puede pervivir mucho después de que haya sobrevivido su utilidad como símbolo de la unidad regimentada de una particular nación.
Así sucede con la bandera americana. Es más que un orgulloso símbolo del coraje, la determinación y los dones de la naturaleza que transformaron trece fluctuantes Colonias en una potencia mundial. Es un símbolo de libertad, de igualdad de oportunidades, de tolerancia religiosa, y de buena voluntad hacia otras personas que comparten nuestras aspiraciones. El símbolo lleva su mensaje a los disidentes tanto en el interior como en el extranjero que no tienen ningún interés en nuestra unidad nacional o supervivencia.
El valor de la bandera como símbolo no puede medirse. Incluso así, no albergo duda que el interés en preservar ese valor para el futuro es tanto significativo como legítimo. Posiblemente ese valor aumentará con la sentencia que concluye que nuestro compromiso nacional hacia la libertad de expresión es tan fuerte que incluso los Estados Unidos como último garante de esa libertad carece de facultades para prohibir la profanación de ese símbolo único. Pero no lo creo. La creación de un derecho federal a colocar tablones de anuncios y grafitis en el Monumento a Washington puede aumentar el mercado para la libertad de expresión, pero a un precio que yo no pagaría. De forma similar, en mi opinión, avalar la profanación pública de la bandera quitará lustro a su valor, tanto para quienes aprecian las ideas por las que ondea y para quienes desean vestir la toga del martirio al quemarla. Ese deslustre no está justificado por la carga trivial de la libertad de expresión que ocasiona facilitar modos alternativos de expresión, incluyendo el uso de palabras críticas con la bandera.
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Yerra el Tribunal cuando afirma que el demandado “fue perseguido por expresar su oposición a las políticas de este país, expresión situada en el núcleo de nuestros valores de la Primera Enmienda”. El demandado fue perseguido a causa del método que escogió para expresar su insatisfacción con esas políticas. 1 18 1961 Chevrolet Impala SS409, Hard Top muy raro en el Reino Unido, muy Coleccionable Si hubiese optado por pintar de espray (o quizás transmitiendo con un proyector) su mensaje en la fachada del Lincoln Memorial, no habría duda acerca de las facultades del Gobierno para prohibir tal forma de expresión. La prohibición estaría avalada por el interés legítimo en preservar la cualidad de un importante activo nacional. Y aun cuando el activo nacional es intangible, dado su valor único, el mismo interés avala la prohibición de profanar la bandera americana.
Las ideas de libertad e igualdad han sido una fuerza irresistible que motivó a líderes como Patrick Henry, Susan B. Anthony y Abraham Lincoln, maestros como Nathan Hale y Booker T Washington, los Scouts Filipinos que lucharon en Bataan, y los soldados que escalaron los acantilados en la Playa de Omaha. Si tales ideas son dignas de luchar por ellas (y nuestra historia demuestra que lo son) no puede ser cierto que la bandera que simboliza su poder no sea digna de protección frente a una profanación innecesaria.”